jueves, 6 de mayo de 2010

La DC y la Concertación
Los partidos de la Concertación deberán renovar sus directivas este año, y en las últimas semanas se ha podido ver cómo se alinean las fuerzas en el PPD y en el PS. La semana pasada, con las declaraciones del senador Ignacio Walker, se ha observado lo que está ocurriendo en el PDC y la disyuntiva de identidad que enfrenta la coalición opositora: fortalecer el papel que él juega en ese conglomerado supondría mantenerse en un eje de centroizquierda, lo que no ocurriría si la balanza se inclina hacia el proyecto que encabezan Guido Girardi y Carlos Ominami, que, buscando captar el electorado de Arrate y Enríquez-Ominami, tiene un más fuerte tinte de izquierda. Walker fue claro al respecto: "Nosotros no somos la izquierda, y nunca lo hemos sido. (...) El proyecto de Ominami y Girardi -dijo- es la antípoda de una nueva Concertación, cuyo eje sigue siendo la convergencia de la DC y el socialismo democrático. El de ellos es un proyecto extra Concertación, que tiene raíz en una mirada tradicional en lo económico y neoliberal en lo valórico, como es legalizar el aborto".
Girardi respondió señalando que el verdadero problema de la Concertación es el conservadurismo, y que "el riesgo para (ella) el día de hoy es que visiones intolerantes como las del senador Walker ganen espacio".
Al respecto, es clave el diagnóstico que se haga de los resultados electorales de diciembre y enero pasados. Quizás haya sido prudente no abordar este tema en el reciente cónclave concertacionista, pero no es claro que convenga postergarlo mucho más. De otro modo, esa discusión probablemente se dará en las elecciones internas de cada partido, pero no en la forma de conversaciones constructivas, sino de luchas de poder entre listas que representan las diferentes visiones que cohabitan en ellos. Y luego, los vencedores en cada tienda tal vez no encarnen una mirada compartida de identidad y proyecto de coalición, lo que dificultaría el alineamiento.
Aunque también teñidas por un factor generacional, las diferencias dentro de cada partido y entre ellos tienen relación con valores profundos -por ejemplo, en las aproximaciones a temas como la llamada agenda valórica y la situación interna en Cuba y Venezuela-. Además, aparecen distintos estilos de hacer política, unos más secretistas y otros más transparentes.
En la DC -como en el PS y el PPD- empieza a esbozarse la posibilidad de que las elecciones se hagan en un esquema de listas competitivas, lo que ayudará a poner de manifiesto las distintas visiones que existen en ese partido. De cómo se enfrente este proceso dependerá el papel que tenga dentro de la Concertación o, incluso, si le conviene o no continuar siendo parte de ella.

1 comentario:

  1. El aborto no deberia ser legalizado por que en el mundo en que estamos hoy muchas formas de cuidarse y los jovenes de ahora no las usan y no es justo que por culpa de los jovenes, que se pierdan vidas que no tienen ninguna responsabilidad con lo que hacen sus futuros padres.

    ResponderEliminar